jueves, abril 22, 2004
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How can we sleep when the beds are burnin'?
El mundo moderno es maravishoso, puedo dedicarme a escribir esta entrada mientras las máquinas trabajan por mi: tengo a uno de los ordenadores calculando la deformación de una pieza de plástico y al otro haciendo cálculos sobre unas imágenes. Los ordenadores son bastante listos y requieren poca supervisión: algún cariñito desde la linea de comandos de vez en cuando ó algún OK en una ventana cuando van a realizar alguna operación fuera del flujo habitual (que sí tontín, que sí quiero salvar el modelo antes de empezar los cálculos).
Lo que me da miedo es que algún día las máquinas cobren conciencia de si mismas, se rebelen y entonces ocurra "Terminator", "Matrix" ó una hábil combinación de ambas. Seguro que se han quedado con mi cara (se preveen grandes avances en biometría en los próximos años) y dirán (con sus frías voces de silicio) "Mira, ese es aquel que nos tuvo varias noches calculando mallas con el ProMechanica" y me conectarán a un sistema de soporte vital y me tendrán el resto de la eternidad echando cuentas con papel, lápiz y un ábaco con las bolas rotas (las del ábaco).
Por si acaso, procuro actualizarme el hardware solo lo imprescindible, y cuando me preguntan que cuanta memoria quiero, pido "Poca, que se acuerde de las cosas lo menos posible."
Abrazos afectuosos
Carlesh
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