Yo estaba a punto de salir del portal de casa, tan tranquilo, sin hacer daño a naide, cuando me he llevado un susto de la subclase "cosas que no debieran moverse se están moviendo". Aquella presunta hoja ha resultado ser un ratón.

La condición médica que me aqueja y que mina mi estado físico y moral ha hecho que me sobrepusiera unos milisegundos más tarde de lo normal. Quién es aquí el hombre y quién el ratón? Quién tiene 500 veces la masa del otro? Quién debiera haberse llevado el susto? Ne micro fauna ultra! me he dicho, o lo que es lo mismo: qué es eso de pequeños animalejos invadan el portal de un jóven (ejem) rey de la creación? Mis antepasados llevan eones exterminando a los tuyos.

Así que he intentado espantarlo hacia la puerta y entonces... se me ha encarado y se ha puesto a bufarme! Eso ha sido la gota que ha colmado el vaso de mi (magra) paciencia. No more mister nice dummy, con una magnífica conexión lo he mandado parabólicamente a la rue. Os puede parecer cruel, pero tened en cuenta que los ratones de verdad no son tan monos como los de los dibujos animados, y menos cuando se ponen a bufarte.

Una vez más me he arrepentido de haber devuelto el Gato Malo (1) a su propietario. Este era claramente el tipo de problema adecuado a su area de experiencia.


(1)Ver "El misterioso caso del Gato Malo"
Ah, y sí, me estoy leyendo a Wodehouse. Algo se pega.